ACCIONES DE ALUAR: DESEMPEÑO 2025 Y PERSPECTIVAS

Desempeño proyectado de Aluar en 2025

Aluar Aluminio Argentino S.A.I.C. (ALUA), la única productora de aluminio primario en Argentina, es una empresa clave dentro del sector de minerales no energéticos. En 2025, su desempeño estará influenciado por un conjunto de factores internos y externos que trazan el posible sendero de sus acciones en el mercado bursátil argentino.

En el cierre de 2024, ALUA demostró capacidad de mantener márgenes competitivos a pesar de un entorno inflacionario local acelerado y la volatilidad del tipo de cambio. Su cotización en el Merval se mantuvo estable, capturando expectativas positivas respecto a su rol estratégico como exportadora.

Para el año 2025, el consenso entre analistas locales indica que Aluar podría beneficiarse particularmente si se consolidan ciertas variables:

• Precios internacionales de aluminio al alza: Ante la evolución de los precios globales, impulsados por una recuperación industrial post-COVID-19 y un mayor requerimiento de metales en nuevas tecnologías (vehículos eléctricos, infraestructura verde), se estima que un crecimiento sostenido en el precio por tonelada tendría impacto positivo en el EBITDA de la compañía.
• Estabilidad macroeconómica relativa en Argentina: Un contexto de menor presión cambiaria, desaceleración inflacionaria y consolidación de políticas fiscales coherentes podrían estimular el apetito inversor por compañías locales exportadoras como Aluar.
• Exportaciones con dólares líquidos: Aluar ha logrado colocaciones significativas en Brasil, Estados Unidos y Europa. Mantener y expandir su proporción de ventas en mercados externos representa una oportunidad frente a restricciones internas.

Durante el primer semestre de 2025, uno de los principales hitos será la publicación de estados contables auditados del ejercicio anterior. De confirmarse la expectativa de crecimiento interanual, se actualizarían proyecciones con sesgo positivo para los indicadores de rentabilidad y solvencia.

A nivel operativo, su política de integración vertical —desde la producción de alumina hasta la fabricación de productos semielaborados— mejora su resiliencia en contexto de variaciones de insumos y energía.

Otro punto a favor en 2025 es el potencial de mejora en eficiencia energética e inversiones observadas en su planta de Puerto Madryn, uno de los activos más modernos de la región. Estas transformaciones apuntan a elevar la productividad y la competitividad en el costo por tonelada producida.

Sin embargo, se recomienda seguimiento estricto de los niveles de stock en mercados clave, decisiones sobre subsidios energéticos internos y medidas sobre derechos de exportación que podrían afectar los márgenes finales.

Principales drivers y desafíos de Aluar en 2025

Al analizar el posible comportamiento bursátil de Aluar en 2025, es esencial identificar sus principales pilotos de crecimiento y riesgos que podrían incidir en su performance.

Drivers de crecimiento

• Demanda global de metales: La transición energética y la electrificación de la movilidad están generando una mayor demanda global de aluminio, clave en baterías, aerogeneradores y chasis livianos. Aluar se posiciona como un proveedor competitivo en este cambio estructural.
• Tipo de cambio competitivo: Un tipo de cambio real elevado favorece la rentabilidad de las exportaciones del sector industrial. Si persiste una brecha cambiaria baja y se avanza con un esquema unificado, Aluar se vería beneficiada en sus ingresos dolarizados y costos mayormente en pesos.
• Reducción de restricciones al comercio exterior: El levantamiento parcial o total del Sistema de Importaciones y incentivo a exportadores podría facilitar tanto la compra de insumos industriales como mayores volúmenes de venta a mercados externos.
• Inversiones en automatización: La compañía está ejecutando proyectos de digitalización de procesos y automatización que permitirán mayor eficiencia operativa, reducción de costos y mitigación del riesgo laboral.

Riesgos relevados

• Riesgo regulatorio: Cualquier modificación en tarifas eléctricas (dado su alto consumo) o tipo de retenciones impactará directamente en su hoja de resultados.
• Dependencia del precio internacional: Aunque los contratos externos utilizan coberturas, la fluctuación de los precios del aluminio en el LME (London Metal Exchange) sigue siendo un factor volátil.
• Clima político local: Medidas abruptas, como controles de capital o cambios en leyes laborales o impositivas, podrían deteriorar la competitividad y previsibilidad del negocio.
• Inflación persistente: Aunque parte de los ingresos de Aluar están dolarizados, los costos laborales y de servicios pueden aumentar por inflación, afectando márgenes si no hay corrección de precios de mercado acorde.

Desde el punto de vista estratégico, la empresa debe continuar ampliando su cartera de clientes externos para reducir dependencia del ciclo económico argentino. Diversificación geográfica y acuerdos de largo plazo serán claves para mantener estabilidad operativa.

Asimismo, su capacidad de disminuir emisiones de carbono será cada vez más relevante. Europa y otros mercados comienzan a penalizar commodities con huellas de carbono elevadas. Invertir en energía renovable y eficiencia no solo aporta al enfoque ESG, sino que puede traducirse en beneficios fiscales o preferencias comerciales.

En línea con estándares internacionales, Aluar ha dado pasos hacia la certificación de sus procesos bajo normativas de sostenibilidad, algo que podría mejorar su acceso a capital más barato e inversores institucionales con políticas de ESG activas.

Para potenciales inversores, el seguimiento de estos factores permitirá tomar decisiones informadas basadas en fundamentos y no solo en la coyuntura bursátil.

Qué observar para 2026 con Aluar

De cara al próximo año, es fundamental anticipar qué indicadores o sucesos podrían marcar la hoja de ruta de Aluar en 2026, tanto desde su negocio operativo como desde su valuación en mercados financieros.

Factores clave para monitorear

• Continuidad del superávit comercial de aluminio: Si la balanza externa continúa siendo positiva, Aluar mantendría su rol como generadora de divisas netas, reforzando su situación financiera.
• Proyectos de expansión: Cualquier movimiento con respecto a una ampliación de capacidad instalada en Puerto Madryn, alianzas con socios internacionales o acuerdos comerciales podrían constituir catalizadores de revalorizaciones de su acción.
• Adopción de estándares de carbono neutro: Si la compañía logra implementar tecnologías que reduzcan emisiones y mejore el reciclaje, se facilitaría su ingreso en mercados que exigen ESG estricto, como la Unión Europea.
• Integración con cadenas de valor regionales: Aluar podría optimizar su perfil logístico y productivo si profundiza relaciones con empresas automotrices o de construcción regionales.

Aspectos financieros a seguir

• Distribución de utilidades: El valor accionario podría beneficiarse si Aluar mantiene su política de reparto de dividendos o la incrementa tras mejoras en sus resultados netos.
• Nivel de apalancamiento: Su bajo endeudamiento al cierre de 2024 es una fortaleza, pero debe monitorearse toda toma de créditos o financiaciones de proyectos que cambien su estructura de capital.
• Resultados trimestrales consistentes: Una de las señales más valoradas por el mercado es la previsibilidad. Superar estimaciones de ingresos, márgenes y CAPEX aumentaría la credibilidad sobre el management y sostendría la confianza inversora.

Cabe resaltar que, si las condiciones geopolíticas —especialmente en China, como mayor consumidor de aluminio— se deterioran, puede haber impactos indirectos en la demanda y precio. La guerra comercial o sanciones también figuran en el mapa de riesgos externos a vigilar.

Por último, desde el punto de vista bursátil, muchas gestoras de inversión están comenzando a incluir compañías industriales con fundamentos sólidos y exposición al mercado externo en sus carteras. Aluar presenta una oportunidad interesante como activo local con proyección internacional.

El valor futuro de la acción estará íntimamente relacionado no solo con su capacidad productiva y financiera, sino con su adaptación a nuevas exigencias del mercado global, eficiencia energética y estabilidad macroeconómica local. Observar cómo se posiciona en 2025 será fundamental para anticipar su evolución en 2026.