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IMPACTO DE LOS ARANCELES DE TRUMP EN ARGENTINA
El 12 de julio de 2025, el presidente Donald Trump anunció aranceles del 30% sobre importaciones desde la Unión Europea (UE) y México, efectivos a partir del 1 de agosto. Argentina no fue blanco directo de esta medida, pero sus exportaciones al mercado estadounidense —que superaron los USD 5.9 mil millones en 2024— ahora enfrentan un arancel del 10% como parte del nuevo régimen de “aranceles recíprocos”. Este contexto abre una oportunidad relativa para los productos argentinos en sectores como vino, aceite de soja, carne vacuna, litio y productos químicos, especialmente frente a competidores europeos y mexicanos. Sin embargo, riesgos como la posible recesión global, encarecimiento de insumos y presión sobre los costos logísticos podrían reducir el impacto positivo. La clave será una estrategia exportadora que combine logística, diplomacia y valor agregado.

Alimentos, vino y litio con potencial de ventaja
Argentina cuenta con una oferta exportadora diversa hacia EE.UU., con fuerte peso en agroindustria, energía y minerales. Con la UE y México enfrentando aranceles del 30%, los productos argentinos ganan una ventaja relativa al enfrentar solo el 10%. Esto puede impulsar las ventas de cortes vacunos premium, aceite de soja, vino y frutas como limones y peras, que ahora tienen una mejor relación precio-calidad en el mercado estadounidense.
El vino argentino compite directamente con etiquetas europeas y californianas. Con el nuevo esquema arancelario, etiquetas de Mendoza y San Juan pueden ganar cuota en restaurantes, supermercados y e-commerce. En paralelo, el litio argentino —clave para baterías y autos eléctricos— cobra relevancia frente a competidores como México y Chile, que enfrentan mayores costos de acceso al mercado estadounidense o restricciones ambientales.
Exportaciones con mayor potencial competitivo
Vino – Desplaza a Francia, Italia y España por precio
Aceite de soja – Menor tarifa frente a competidores europeos
Carne vacuna – Mayor demanda de cortes premium
Litio – Oportunidad en cadenas de baterías y tecnología
Cítricos – Mejor posicionamiento frente a España y México
Para aprovechar este contexto, es clave mejorar certificaciones sanitarias, acelerar tiempos de despacho y afianzar alianzas con distribuidores estadounidenses. Además, se requiere un fuerte trabajo de marca país para posicionar calidad y trazabilidad.
Riesgos globales, insumos importados y presión logística
Pese al escenario favorable para ciertos productos, existen riesgos estructurales que podrían frenar el impulso exportador argentino. En primer lugar, la amenaza de una recesión global se intensifica: J.P. Morgan estima un 60% de probabilidad para fines de 2025. Una contracción en EE.UU. reduciría el consumo de bienes como carnes, vinos y baterías, afectando volúmenes exportados y precios internacionales.
Segundo, Argentina depende fuertemente de insumos europeos y asiáticos para su industria alimentaria, automotriz, minera y farmacéutica. Si los precios de estos insumos aumentan por represalias o disrupciones logísticas, los márgenes de las empresas exportadoras se verán comprometidos, limitando su competitividad incluso con aranceles favorables.
Tercero, los puertos argentinos enfrentan cuellos de botella estructurales. Congestión en Rosario y Buenos Aires, sumada a costos elevados y trabas aduaneras, puede diluir cualquier ganancia competitiva obtenida vía aranceles. La falta de infraestructura en zonas mineras también limita el potencial de exportación de litio y cobre.
Factores que amenazan el potencial exportador
Recesión en EE.UU. y caída de consumo
Mayor costo de insumos industriales importados
Falta de infraestructura para logística minera
Congestión y sobrecostos en puertos
Riesgos cambiarios e inflación interna
Sin reformas estructurales e inversión en logística y digitalización, las ventajas arancelarias pueden evaporarse antes de consolidarse en resultados sostenibles.
Estrategia argentina: acuerdos, eficiencia y sostenibilidad
El gobierno argentino, junto con el Consejo Agroindustrial Argentino, la Cancillería y entidades como ProArgentina y la Agencia de Inversiones, está trabajando en una estrategia para fortalecer la posición exportadora del país. En primer lugar, se están renegociando tratados bilaterales y se impulsa un acercamiento con EE.UU. para lograr exenciones sectoriales en carnes, vinos y litio.
En segundo lugar, se busca agilizar los tiempos logísticos mediante inversiones público-privadas en puertos, ferrocarriles y corredores bioceánicos. También se está promoviendo la digitalización de aduanas y certificaciones sanitarias para acortar procesos y dar trazabilidad a productos exportables.
Tercero, se impulsa una agenda de sostenibilidad que mejore el posicionamiento internacional de los productos argentinos. En vitivinicultura, ganadería y minería, se están aplicando estándares ambientales y de bienestar animal, así como programas de trazabilidad blockchain y carbono neutro, que pueden ser claves para mantener acceso a nichos premium en EE.UU.
Prioridades de la política exportadora nacional
Negociación de preferencias o aranceles sectoriales
Inversión en infraestructura portuaria y minera
Digitalización de procesos logísticos y sanitarios
Certificaciones sostenibles y trazabilidad para valor agregado
Diversificación de mercados hacia Asia y Medio Oriente
Argentina tiene una oportunidad real de fortalecer su perfil exportador frente a la crisis global, pero para hacerlo necesita visión de largo plazo, gestión eficiente y una narrativa de calidad, cumplimiento y sostenibilidad.
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