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INCLUSIONES Y EXCLUSIONES DEL ÍNDICE: SIGNIFICADO E IMPACTO
Comprenda qué significa cuando se agrega o elimina una acción de un índice de mercado y cómo generalmente afecta el precio, el volumen y el interés de los inversores.
Un índice, en el contexto de los mercados financieros, es un compuesto estadístico que rastrea el rendimiento de una cesta de valores —normalmente acciones— que representan un mercado o segmento específico. Entre los índices más comunes se encuentran el S&P 500, el FTSE 100, el Dow Jones Industrial Average y el MSCI World. Estos índices sirven como referencia para que los inversores evalúen el rendimiento del mercado y, a menudo, influyen en las decisiones de inversión a través de fondos que replican índices, como los ETF (fondos cotizados en bolsa) y los fondos mutuos. Un índice generalmente se compila siguiendo un conjunto específico de criterios, como la capitalización bursátil, el sector, la representación geográfica o la liquidez. Por ejemplo, el S&P 500 incluye 500 de las empresas que cotizan en bolsa más grandes de Estados Unidos según su capitalización bursátil. El FTSE 100 comprende las 100 principales empresas que cotizan en la Bolsa de Londres por capitalización bursátil.
Los índices son mantenidos por empresas como Standard & Poor's, FTSE Russell y MSCI, y su composición se revisa periódicamente (mensual, trimestral o anualmente). Durante estas revisiones, se pueden añadir o eliminar acciones en función de si aún cumplen los criterios de inclusión del índice.
Estas adiciones y eliminaciones no son nada protocolarias; pueden tener efectos significativos en los precios y volúmenes de negociación de las acciones afectadas debido a cambios en el comportamiento de los inversores, los flujos de fondos que replican el índice y la percepción sobre los fundamentos de la empresa.
Cuando una empresa se incorpora a un índice, pasa a formar parte de un índice de referencia ampliamente seguido, lo que significa que los fondos indexados y los ETF que lo reflejan deberán comprar acciones de dicha empresa. Esto suele generar un aumento repentino de la demanda de la acción, ya que los inversores institucionales ajustan sus carteras para adaptarlas a la composición del índice, lo que podría generar un aumento del precio de la acción y una mayor liquidez. Por el contrario, cuando una empresa se elimina de un índice, deja de ser elegible para esos mismos fondos. Como resultado, estos fondos se ven obligados a vender sus participaciones en esa acción, lo que puede ejercer presión a la baja sobre el precio de la acción y reducir el volumen de negociación. Además, la acción podría verse afectada por una menor cobertura de los analistas y una menor visibilidad entre los inversores internacionales.
Los mecanismos de inclusión o exclusión varían ligeramente según el proveedor del índice, pero generalmente siguen un calendario bien publicitado:
- Criterios de selección: Se basan en una combinación de capitalización bursátil, liquidez, domicilio y sector.
- Fecha de anuncio: Suele ocurrir unas semanas antes de la fecha real del cambio para permitir ajustes en la cartera.
- Fecha de entrada en vigor: La fecha en la que la acción se incorpora o abandona oficialmente el índice, a menudo programada después del cierre del mercado en un día de negociación específico.
La sincronización y la transparencia de estas acciones permiten a los participantes del mercado con conocimiento de causa anticipar y aprovechar las fluctuaciones de precios previstas relacionadas con el reequilibrio del índice. Para muchos, esto también sirve como señal: una incorporación puede interpretarse como un voto de confianza en los fundamentos de una empresa, mientras que una baja podría considerarse, con o sin razón, una degradación.Sin embargo, es importante destacar que los fundamentos subyacentes de la empresa no cambian debido a su estatus en el índice. Una empresa no es inherentemente mejor o peor simplemente por unirse o salir de un índice, pero la reacción del mercado puede contar una historia diferente.
La inclusión en un índice importante suele generar una reacción positiva en el precio a corto plazo. Diversos estudios académicos y análisis empíricos han documentado el fenómeno conocido como «efecto índice», que se refiere a la variación en el precio de las acciones causada por el aumento de la demanda derivada de la compra de fondos indexados. Dado que los fondos que replican índices deben reflejar instantáneamente los cambios en los componentes, una acción cuya incorporación está prevista experimenta una fuerte presión de compra en torno a las fechas de anuncio y entrada en vigor. La magnitud de este efecto puede variar según la amplitud del índice y la proporción de fondos que lo replican pasivamente. Por ejemplo, unirse al S&P 500 suele tener una reacción de precio más pronunciada que unirse a un índice más pequeño o más restringido, como el Russell 2000 o el FTSE 250.En cuanto al capital, la demanda institucional aumenta, lo que mejora la liquidez de la acción y potencialmente reduce su diferencial entre oferta y demanda. Además, la empresa se beneficia de la visibilidad y la credibilidad, lo que puede traducirse en una mayor cobertura de los analistas y un mayor interés de los inversores. Tanto analistas como inversores suelen interpretar la inclusión como un respaldo a la estabilidad financiera y las perspectivas futuras de la empresa.Por el contrario, la exclusión del índice puede generar presión vendedora por parte de los fondos indexados y los inversores institucionales, que deben vender la acción para mantener la alineación con el índice. Esto suele provocar una notable caída del precio y del volumen, especialmente en los días previos y posteriores a la fecha de entrada en vigor de la revisión. Además, la liquidez de la empresa podría disminuir y sus acciones podrían atraer a menos inversores institucionales, lo que dificultaría la captación de capital en el futuro.
El efecto del índice tiende a ser de corto plazo, ya que la mayor parte de la fluctuación de precios se produce en torno al período de reequilibrio. El rendimiento a largo plazo vuelve a estar impulsado principalmente por factores empresariales fundamentales. Sin embargo, la variación del índice puede tener implicaciones más duraderas en la percepción de los inversores y la dinámica de la liquidez.
Además de las reacciones pasivas de los inversores, los operadores y especuladores a menudo intentan anticiparse a las fluctuaciones del índice anticipando qué acciones se añadirán o eliminarán, lo que acentúa aún más la volatilidad durante el período de reequilibrio. Estas fluctuaciones también afectan a los mercados de derivados, en particular a las opciones y futuros sobre las acciones afectadas.
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